Cuando sentí de verdad, fue cuando entendí la gracia de vivir.
No encontraremos las respuestas para todo, pero le daremos un sentido y un lugar a nuestra vida e incluso la agradeceremos.
No siempre estaremos sonriendo e incluso lloraremos. Nos sentiremos impotentes y frustrados, pero lo mejor es que aprenderemos y después de eso seremos más fuertes, reflexivos y conscientes.
En mis poemas he demostrado todo lo que fui capaz de ver, escuchar, sentir y experimentar, porque cuando se entrega el alma y el corazón es cuando te sabes realmente vivo.