Este libro examina los viejos y nuevos procesos que producen y reproducen la pobreza en América Latina y el Caribe, particularmente en su vinculación con los cambios ocurridos en el trabajo, el estado, los sistemas económicos y las políticas sociales destinadas a reducirla o "erradicarla". La obra es una invitación a entender el fenómeno de la pobreza de una manera analítica y epistemológica diferente a la que predomina en los estudios sobre el tema, al tratar de enfatizar las relaciones histórico-sociales que la producen y perpetúan más que su descripción y medición. Las transformaciones de la economía política mundial, la internacionalización de las economías de la región y las modificaciones en el rol de los estados nacionales bajo el efecto del neoliberalismo han producido nuevos mecanismos de explotación del trabajo y aumento de la pobreza. En este contexto, el presente libro discute los modos a través de los cuales las reformas laborales, el desempleo, los mecanismos de segregación, la segmentación social y las políticas públicas articularon complejas redes que facilitaron el incremento de las pobreza y la exclusión en distintos casos concretos de la región. Asimismo observa cómo los nuevos relatos sobre el desarrollo económico y social contenidos en muchos estudios teóricos y empíricos -que contrastan con los resultados de las investigaciones aquí presentadas- ofrecen una imagen de un futuro próspero a la vez que ignoran o relativizan los efectos sobre la concentración de la riqueza, la pobreza, la desigualdad y la discriminación étnica. Las prácticas, las luchas y el protagonismo de las víctimas para contrarrestar los efectos de su empobrecimiento aparecen aquí como imágenes de contraste, en una obra que pone de relieve los efectos de una nueva generación de políticas que dicen erradicar la pobreza pero que, a juzgar por las estadísticas y la realidad regional, la reproducen.