Un fantasma cuenta la vida de Celeste Esquivel. Su identidad, en palabras de Layla Martínez, autora del prólogo: «no puede ser asimilada por ninguna narrativa convencional. Celeste no tiene una única pasión porque las tiene todas. Su vida no está guiada por un único objetivo sino por todos los excesos. Los de la carne, los de la libertad, los del dinero, los del amor, hasta los de la identidad, porque Celeste no será solo Celeste, no puede ser contenida en un único nombre».
Las habladurías de aquellos que la conocieron construyen esta novela collage, entre el drama y la comedia, escrita a cuatro manos por Raquel Verdugo y Alma López.