«Pensar, hoy, vuelve a ser una apuesta contra la depresión. Una forma de alegría que no se engaña ni quiere engañar. Que se atreve a no saber para aprender de nuevo y que parte de la convicción de que un mundo común no es el mundo que reconocemos como nuestro, sino el mundo que no acaba con nosotros. Las mejores luchas son aquellas que no terminaremos nosotros. Las mejores historias, las que otros continuarán.»
Marina Garcés, del prólogo.
Este libro es la declaración de un compromiso. El compromiso es la disposición a dejarse comprometer, a ser puesto en un compromiso por un problema no previsto que nos asalta y nos interpela. En un momento en el que la filosofía y la política buscan la comunidad como algo a recuperar y lo común como algo a producir colectivamente, este libro propone un paso atrás: descubrir el mundo común en el que ya estamos, queramos o no, implicados. Parte de la pregunta por el nosotros y desemboca en una voz en singular capaz de decir «esta vida es mía». Apropiarnos de nuestra vida es, hoy, liberar la riqueza del mundo que compartimos. Para ello, el pensamiento crítico necesita ganar una nueva perspectiva: la de un cuerpo involucrado en la vida como problema común.
Desde el arte y la cultura, la comunidad, las nuevas articulaciones más allá de la clase y los debates entre identidad y la crítica al universalismo liberal Garcés nos acompaña por los debates de nuestro tiempo.