Las revistas culturales son un espejo de la vida literaria pero son también la literatura misma. Discrepando de la unanimidad, frente a los embates contemporáneos de la intolerancia política e ideológica, Vuelta se propuso como "un espacio libre donde se pudiesen desplegar, simultáneamente, la imaginación de los escritores y el pensamiento crítico moderno en sus distintas manifestaciones".