Estoy convencido de que la multitud es el modo de ser colectivo caracterizado por el hecho de que todos los requisitos naturales de nuestra especie adquieren una inmediata importancia política. Si se habla de un lenguaje verbal o de tiempo histórico es necesario ausmir una travesía en el desierto en la que nos vamos a encontrar con paradojas y con callejones sin salida, en la que vamos a perdernos en análisis complicados que requieren instrumentos específicos.
Tan sólo al final de un recorrido teórico no poco tortuoso -y precisamente gracias a eso- se descubre que los problemas enfrentados permiten comprender mejor -no metafóricamente, sino literalmente -las acciones y las pasiones más actuales.
La indagación sobre la naturaleza humana concierne centralmente a la lucha política. Los ensayos recogidos en este libro están dedicados a la lógica del cambio y al mallado mal: ambos términos tienen su referente carnal en la multitud posfordista. Se podría decir: la multitud está caracterizada por una fundamental oscilación entre la innovación y la negatividad.