Según la física, el contacto entre materia y antimateria ocasiona su aniquilación mutua, lo cual no significa su destrucción sino su transmutación. La poesía de Tilsa Otta es gaseosa y transmatérica, capaz de atravesar paredes, planetas y sentimientos, despertando en las cosas su sentido poético, divertido o misterioso. En el desciframiento de sus versos está la clave para la invención de la máquina del tiempo.