Y aquí está este libro lleno de nostalgias vivas que renacen en la lumbre al soplar los rescoldos. Con la frialdad de la muchacha corresponsal de guerra que vuelve a amarrarse las botas, y la pasión de la adolescente que al bajar del avión en febrero de 1980 va a encontrarse con un país donde todo empieza, entramos en un universo personal que viene a ser el universo compartido, años y desilusiones después.