Bomarzo, el célebre parque con esculturas del siglo XVI, que se localiza en la Italia central, cerca de Viterbo, es el elemento unificador y catalizador de este largo poema. Con gran maestría, controlando sin aparente esfuerzo las riendas del largo aliento, Elsa Cross pone a Bomarzo a gravitar en un ambiente en el que los sueños, el umbral, el vacío, el laberinto, los límites del lenguaje y del sentido, las conversaciones pasadas y los lugares evocados exigen la relevancia del primer plano. Este ambicioso y estremecedor poema es entonces otra forma del viaje, de la exploración que descubre, un día cualquiera, después del camino recorrido, que todo está en su sitio y que ese sitio es aquí. El poema es también un jardín poblado de dioses pétreos donde la realidad asemeja un espejismo. Con Bomarzo, Elsa Cross corrobora la profundidad y la claridad de su voz impar, una de las más destacadas del panorama poético actual. Elsa Cross (México, 1946) Autora de veinte libros de poemas y dos de ensayo, cuenta entre sus últimos libros El vino de las cosas. Ditirambos (Era, 2005), Cuaderno de Amorgós (2007), que obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia, correspondiente a ese año, y Visible y no (2008). En 2007 obtuvo también el Premio Jaime Sabines-Gatien Lapointe, que se otorga en Quebec, Canadá. Han aparecido libros suyos en diversos países.