Caleidoscopio es el nombre de un cilindro para mirar composiciones aleatorias de colores, compuesto de un juego de lentes que hicieron las delicias de nuestras infancias, cuando aún la tecnología computacional no asomaba siquiera el rostro. Martín de la Cruz se apropia del caleidoscopio que lleva dentro de sí para mirar lo bello de las imágenes que producen la música y el baile. Pero no sólo eso. El texto llega a lo profundo de esa belleza, según mi propia mirada, y desvela la capacidad transformadora del ser humano al convertir la música en comunicación, en un lenguaje, sellado con la expresión corporal. Su autor nos enseña mirar, a observar y no sólo a distinguir. Calidoscopio sonoro. Músicas urbanas en Chiapas es una prueba de que es posible ir más allá de lo aparente para descubrir los significados profundos de las conductas humanas. Producir música y bailar es poner en marcha un proceso de comunicación y de praxis.