Con un enfoque multidisciplinario, los autores de este volumen analizan los derechos humanos como una práctica social que se realiza en medio de relaciones asimétricas de poder, en el marco del ya convulsionado siglo XXI. Pensados como un discurso que se convierte en práctica social y en campo de disputa para la definición de significados, los derechos humanos pueden generar marcos de oportunidad para la transformación político-social, pero también pueden constituir un obstáculo para el cambio y la construcción de subjetividades emancipadas. Esta paradoja plantea desafíos y límites en el uso del discurso de derechos humanos y se refleja en las estrategias de acción de las ONG nacionales e internacionales, la actuación de las instituciones que debieran velar por los derechos, y la concentración del poder político y económico en pocas manos.