Mumia Abu-Jamal es uno de los muchos prisioneros políticos en EEUU y fue condenado a la silla eléctrica, supuestamente por haber matado a un policía en Filadelfia. En realidad, y según el testimonio del fiscal, lo condenaron a muerte por haber sido miembro de los Panteras Negras, por haber citado en una entrevista a Mao Tse-Tung y por ser un decidido activista en contra del racismo y la represión que sufre la población negra norteamericana y otras etnias minoritarias. Estuvo esperando ser ejecutado entre 1982 y diciembre de 2011, siempre declarándose inocente y tras una sucesión de todas las apelaciones posibles. En marzo de 2008, un tribunal ordenó revisar la condena a muerte y el 7 de diciembre de 2011 se conmutó su pena a cadena perpetua sin libertad condicional. Mumia Abu-Jamal es un símbolo de la lucha por una democracia real en EEUU.