El infarto del alma, publicado por primera vez en Chile en 1994, es una obra singular, realizada a cuatro manos y cuatro ojos por la fotógrafa Paz Errázuriz y la escritora Diamela Eltit. Ambas mujeres habían viajado al hospital psiquiátrico Philippe Pinel, en la ciudad de Putaendo, construido en 1940 como un sanatorio para tuberculosos pero reconvertido desde 1968 en manicomio. Aquellos que iban a parar a Putaendo, expulsados de todos los confines del país, hallaban en la sintonía del delirio amoroso el camino de la cordura, un último amparo en la pesadilla de la soledad, un remedio de compasión ante el horror del abismo.