A lo largo de las páginas que forman El Texto Infinito reconocemos al dramaturgo, director de escena y actor Pablo Messiez en su versión más descarnada y honesta. Una escritura que punza, a través de la cual el autor va hilando pensamientos sobre su propio proceso creativo, el paso del tiempo, y el significado de las palabras. Un ejercicio de escritura ininterrumpida, que nos invita a reflexionar sobre los límites del cuerpo, el lenguaje, y la vida.