¿La noción de diálogo de saberes expresa la posibilidad de transformar la verticalidad de las relaciones entre los científicos y los pueblos considerados tradicionales? ¿Hasta dónde la interculturalidad es el escenario propicio para tal tarea? y ¿cómo han de transformarse las etnociencias para abandonar su colonialidad? Maya Lorena Pérez Ruiz y Arturo Argueta Villamar en este libro se proponen responder a esas preguntas. Recurren para ello a la historia, a las experiencias fundantes de las prácticas participativas y plasman la voz de diversos actores que están desarrollando experiencias de coparticipación, bajo los principios de respeto, colaboración y horizontalidad. "El libro que el lector tiene en sus manos es una valiosa contribución para esclarecer a los ojos de todos los sectores la enorme importancia de lo intercultural, de lo diverso y de la necesidad de llevar a la práctica como acción obligatoria el diálogo de saberes". Víctor Manuel Toledo, Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad, UNAM y secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, México. "Han pasado veinticinco años desde que descubrí la riqueza única de las experiencias intelectuales, militantes y comunitarias de México y de América Latina. Y hasta hoy me sorprende el poco conocimiento que sobre ellas tenemos de este lado del Atlántico. Al ser un académico en Francia, me pareció que al impulsar la elaboración de este libro podía desempeñar el papel de puente para mitigar, o para ir más allá de esta dinámica poscolonial, que hace que las prácticas e ideas latinoamericanas todavía aparezcan como 'periféricas' en la difusión global del conocimiento [_]. Maya Lorena Pérez Ruiz y Arturo Argueta Villamar [_] me parecieron una pareja de autores ideal para realizar esta síntesis inédita sobre el diálogo de conocimiento entre actores diversos". David Dumoulin, Université Sorbonne Nouvelle, Paris III, Institut des Hautes Etudes de l'Amérique Latine, CREDA. "Desde el primer capítulo del libro se parte de las experiencias más emblemáticas del reconocimiento de los saberes indígenas, campesinos y populares; de la emancipación de los 'condenados de la tierra' -como los llamara Franz Fanon-, del reconocimiento de los saberes subyugados a través de la 'pedagogía de los oprimidos' -como la denominara Paulo Freire- y de su rescate a través de la antropología participativa y comprometida -como la practicara Orlando Fals-Borda. Se trata de los saberes 'otros' [que se abordan] para descolonizarlos, para reconocerlos y demarcarlos de toda intención de codificarlos dentro del conocimiento disciplinario, para que los pueblos indígenas puedan reapropiárselos como protagonistas de sus procesos de emancipación".