La obra aborda la situación que viven los campesinos latinoamericanos, al quedar atrás la época en la que eran los productores principales de los alimentos básicos y de materias primas, época en la cual trabajaban la tierra y recibían apoyos estatales, nunca suficientes y con precios castigados. Explica el tránsito de los campesinos en aquella situación de explotación mediante diversos mecanismos, a la situación de exclusión económica en el nuevo milenio, en la cual sus productos no tienen compradores en el mercado, en donde su unidad productiva no cuenta con recursos públicos y tampoco la tierra produce para el autoconsumo de la familia del campo. Impera la visión que analiza a la agricultura desvinculada de la economía en general y en particular del desarrollo industrial, así como la imposición de las formas de subordinación de la agricultura que impone la industria, en cada fase del desarrollo industrial.