La protagonista en Fuerzas especiales es una joven de un barrio marginal que se prostituye en un cibercafé, en medio de una vida llena de dificultades. El telón de fondo es un grupo de bloques sitiado por las fuerzas especiales de la policía. Pero, en un juego de palabras desafiante, las fuerzas especiales del título son también las que se necesitan para resistir cuando se vive en los márgenes de la sociedad bajo tantas formas de represión y control. La violencia y las marcas que deja en el cuerpo (también en el «cuerpo social») son habituales en Eltit, quien construye este desasosegante texto sobre todo tipo de materiales de derribo: la brutalidad, los frustrados deseos familiares, los asedios de la policía (cuya presencia es constante y amenazante) pero también la dignidad.