La desigualdad social se ha constituido en uno de los problemas más relevantes y visibles de las sociedades contemporáneas. No se trata solo de un asunto de estadísticas o de causas estructurales, sino de experiencias de vida en contextos dominados por los contrastes y los abismos que separan la opulencia y la privación, los privilegios y las desventajas. El autor nos propone la idea de un creciente proceso de fragmentación social en espacios socioculturales de exclusión recíproca e inclusión desigual. Juventudes fragmentadas nos invita a adentrarnos en esas experiencias de la desigualdad que preferimos no ver y que las estadísticas no muestran, pero que reproducimos cotidianamente en las sociedades latinoamericanas.