Este pequeño libro es una de las exposiciones más vivas del pensamiento marxista y a la vez de su confrontación con problemas clásicos de la filosofía. Henri Lefebvre demuestra que Marx profundiza, renueva y transforma el viejo problema de la libertad de tal modo que deja de ser un problema especulativo, una confrontación interminable de tesis y antítesis abstractas. Al responder a las cuestiones teóricas planteadas por la filosofía tradicional, situarlas y resolverlas en el plano de la práctica y de la acción, para el marxismo la cuestión fundamental ya no se plantea en términos abstractos: "¿el hombre es libre o no es libre?". Se plantea más bien así: "¿qué hay que hacer para que los hombres sean más libres?". Este examen del marxismo desde la perspectiva de la teoría de la libertad, para el autor el punto de vista más elevado -junto con la teoría del conocimiento, la lógica dialéctica, a la que Lefebvre también hizo aportes fundamentales- que puede adoptarse para estudiar la obra de Marx, pone de manifiesto la unidad del pensamiento que se desarrolla a lo largo de esta obra desde sus más tempranas elaboraciones críticas de las consideraciones filosóficas derivadas de la especulación metafísica hasta la redacción de El capital. Esta demostración de que el marxismo es una filosofía práctica de la libertad es una muestra magistral de que Henri Lefebvre fue el mejor expositor de la obra de Marx durante el siglo XX.