La obra contiene una serie de intervenciones de Foucault acerca de la literatura y el lenguaje, que no solo funcionan como compendio de su concepción de la literatura sino que ofrecen pistas para abordar su obra. Foucault indaga en la relación entre literatura y locura a partir del análisis de obras de Shakespeare, Cervantes y Diderot. Si la locura es lo otro de la razón y por lo tanto lo que nos permite vislumbrar sus contornos históricos, la literatura es ese discurso capaz de expresar el orden del mundo en un momento dado y, a la vez, su dimensión de exceso, de desborde. Foucault también explora, a partir de los personajes de Sade, el vínculo entre la literatura, el deseo y la verdad.