De la misma forma en que la tiendita del barrio puede convertirse en un lugar de hallazgos inesperados, igualmente esta Miniscelánea es el sitio donde descubriremos una variedad de temáticas las cuales, a pesar de sus diferencias, están unidas por un hilo conductor en su forma: la brevedad. Esa necesaria característica de la minificción género literario tan escrituralmente socorrido en estos pandémicos días así como también por la esencial unidad de cada uno de los textos, la cual otorga a la historia una independencia dotada de sentido aún en su más extrema pequeñez. Porque en este libro encontraremos algunos textos de cuatro, tres, dos y hasta una línea y media. Todos ellos cumpliendo con su deber literario minificcional y provocando esa sonrisa o esa interna expresión de satisfacción que sentimos los lectores cuando vemos cumplida la misión que le fue encomendada al texto al ser escrito: provocar nuestra reacción
Extracto del Prólogo de Angélica Santa Olaya