El virulento nuevo libro de David Pavón-Cuéllar posee un conjunto de atributos que merecen ser mencionados. Conforme a la destreza académica del autor, goza de un rastrillaje bibliográfico ejemplar, que abarca y ordena el amplio espectro del profetariado pandémico: iek, Nancy, Sotiris, Bois, Klein, Berardi, Han, Agamben, Savater, Alemán, y otros. La lista se extiende, se bifurca y se vectoriza.
Se trata de un texto punzante y veloz, escrito con efervescencia. Su tesis principal, que la pandemia viral debe entenderse como síntoma del capital, entendido éste como fin del mundo, trascien-
de innegablemente el cerco difuso de la coyuntura pandémica actual, forzando al lector hacia el abismo compartido del asolamiento planetario.
Virus del capital es un libro en el que los textos se encuentran al servicio de problemas, nunca a la inversa. Cabe, entonces, definirlo como un libro práctico que incorpora una ética de los hábitos, una lectura filosa sobre aquella superposición armónica de contradicciones que llamamos realidad, y un esfuerzo denodado por conmover a sus lectores del invernadero de la indignación.
Por último, contiene también una crítica fundada del psicologismo como vicio explicativo. Un virus disciplinar que devora sentido común, erosiona el pensamiento crítico y cataliza nuestras luchas colectivas.