En este libro fundamental de su bibliografía emerge la figura del ángel como símbolo perfecto de esa aparente contradicción que es en realidad simbiosis: una simbiosis no exenta de dolor y desgarro ?aquí no sólo el alma se hace preguntas, también el cuerpo; no sólo el cuerpo desea, también el alma- que no es otra cosa que la búsqueda de una calma que sea dada tras las imposibles respuestas.