La primera obra de Jeanette Winterson, una novela autobiográfica sobre el paso de la infancia a la adolescencia. «Los curiosos siempre corren algún peligro. Si eres curioso, cabe la posibilidad de que nunca vuelvas a casa, como los hombres que ahora conviven con sirenas en el fondo del mar.»
Jeanette Winterson En los momentos cruciales de su infancia, Jeanette Winterson siempre tenía a mano una naranja: la agarraba, la pelaba y la comía como si esta pieza de fruta fuera a consolarla de todos sus males. Más tarde descubrió que existía fruta distinta, más sabrosa, pero había que comerla a escondidas, lejos de las habladurías de la gente y de la mirada inquisidora de su madre; era fruta prohibida, pero valía la pena correr el riesgo y disfrutar de aquella delicia. Adoptada por un matrimonio evangélico de una pequeña ciudad industrial inglesa, Jeanette Winterson creció a la sombra del fervor religioso de toda una comunidad. Los primeros años de su vida fueron un ir y venir entre feligreses seducidos por los sermones y las palabras de la Biblia, el único libro que circulaba por su casa, pero cuando tenía poco más de diez años la niña supo que ella era distinta y que las leyes de su cuerpo la llevarían a descubrir otra forma de amar. Jeanette se fue de la ciudad, y cuando tenía veinticuatro años escribió Fruta prohibida, esta conmovedora crónica del paso de la adolescencia a la edad adulta que entusiasmó a los lectores de entonces y sigue siendo una guía espléndida para caminar por la vida. Reseñas:
«Fresca, sorprendente y divertida, [...] una novela brillante que ilustra las consecuencias de tener una madre devota y claustrofóbica, y de una institución que castiga el amor naciente con crueldad.»
Rosalind Jana, Vogue «Supongan que en la adolescencia se enamoran perdidamente de quien no deben, de alguien de su mismo sexo, y su familia postiza les expulsa de su hogar entre maldiciones. Podrían escribir una novela siniestra sobre la homofobia, pero si fuesen Jeanette Winterson narrarían su propia historia con tanto humor y honestidad que incluso las páginas más dramáticas de Fruta prohibida logran hacernos sonreír.»
El Cultural «En Fruta prohibida, la huida se hace novela.»
Charo Lagares, Marie Claire «Imprescindible ahora que estamos rompiendo barreras de género.»
Isabel Loscertales, Woman «Lo que es seguro es que Jeanette Winterson siempre podrá seguir evolucionando; evocar nuevos paisajes, nuevos cuerpos, nuevas personalidades, es parte de su naturaleza.»
Harper's Bazaar