En este libro de ensayos, la créolisation se presenta como el mestizaje sin límites, cuyos elementos están multiplicados y cuyas resultantes son imprevisibles. Se trata entonces del encuentro, interferencia, choque, armonías o desarmonías entre las culturas. La creolización no es un mero proceso de aculturación sino que entraña rasgos originales, nacidos a veces de contradicciones difícilmente sostenibles, y el principal de los cuales, aparte de los modos de vida y de los fenómenos de sincretismo cultural, es quizás una suerte de variación lingüística del patrimonio cultural de una nación. La Relación no descansa solo en el fenómeno lingüístico, sino que se constituye como una relación de elementos divergentes que producen singularidades. En la relación se constituye lo diverso. Glissant enfrenta lo mismo a lo diverso. Entiende como lo mismo la idea eurocentrada del colonialismo occidental que sublimó la diversidad de los pueblos y que intentó eliminar la diferencia a través de la pretensión de universalidad.