"La esencia de la confianza es tener confianza en la confianza. Es por eso que uno tiene razón en rebelarse. Lo que quiere decir: no hay coraje inútil. La idea del coraje inútil, así como su reverso de angustia, el "Viva la muerte" de los franquistas, no son sino las parodias reaccionarias de la ética. La creencia niega el obstáculo, justamente porque ella cree en él. Si el buen genio no quita la montaña, es que está bien que esté ahí donde está. Yo puedo evidentemente dar vueltas alrededor con trompetas. Trompeta o pico, ésa es toda la cuestión. La creencia ornamenta el obstáculo con su discurso alegórico. La confianza, situada en el mismo punto, se ahonda sin esperar más, alerta sobre los agujeros de los cuales la regla prescribe la inocupación sin controlar todas sus vecindades ..." (Nota ed.).